Suena el despertador a las 8, recogemos maletas y a desayunar. Cereales, yogur, zumo, bizcocho, tostadas con mantequilla y mermelada, pan con embutido,... una oferta muy completo y bueno, desayuno incluido en el precio.
La
primera parada esta en Oberammergau en el palacio de Linderhof, otro de los
castillos emblemáticos de Luis II el rey más famoso de Baviera. Éste
castillo lo hizo construir de 1870 y las
obras duraron 5 años. Está inspirado en Francia y Versalles. El castillo está
formado por un edificio principal, un parque escalonado y una serie de pequeños
edificios que recuerdan en su forma y decoración de mitos griegos y árabes, así
como leyendas nórdicas tan veneradas por el monarca.
Palacio de Linderhof |
Palacio de Linderhof |
Los
interiores suponen la culminación del estilo historicista neobarroco. Luis II
lo llamaba el palacio joyero, pues todos los gabinetes dan la impresión de
sobrecarga decorativa, una concentración del más puro estilo francés, como si
de un museo se tratase. Destacan, entre otros, el dormitorio del rey, el salón
de los espejos o la sala de música.
Entramos
en el parking, cuesta 2,50 € y compramos la entrada, 14 €.
Nos
marcan la visita a las 9.35, esperamos 10 minutos. La guía es en inglés pero
nos dejan un cuaderno con explicaciones en español. Nos regañan por intentar
hacer una foto a la entrada. La guía va un poco rápida por las habitaciones,
todo muy decorado, con mucho oro, estucos,… la visita dura 25 minutos aprox.
Salimos hacia los patios decorados con una cascada artificial, subimos para ver
el salón de té de estilo marroquí y la cueva Venus (con explicación en castellano
para nosotros solos). Este lugar está
inspirado en la ópera Tannhäuser y que queda patente en un mural pintado con
escenas de la ópera. La reconstrucción parece un lugar encantado. Tiene 100 m.
de largo y 10 de ancho. En ella, paracticamente es todo falso. Las paredes de
estalactitas están construidas a base de telas y hormigón sobre estructura de
acero. En el centro hay nun lago en el que el rey daba paseos sobre una barca
con forma de concha, que se puede ver. Es un capricho precioso.
Salón de té |
Lüftmalerei en Oberamergau |
Seguimos
ruta hacia Oberamergau, dejamos el coche aparcado en un vial, vamos hacia el
centro. El conjunto urbano es muy llamativo con calles adornadas de casas de
fachadas pintadas al estilo de
Lüftmalerei, este estilo parece originarse aquí, en la casa “Zum Lüftl” que era la residencia
del pintor de fachadas Franz Seraph Zwinck entre 1748 y 1792. Existe una calle
comercial con puestos de souvenirs, hoy nos encontramos con una recreación de
un pueblo romano.
Lüftmalerei en Oberamergau |
Lüftmalerei en Oberamergau |
Partimos
hacia Wies para ver su iglesia declarada Patrimonio UNESCO. Hay muchos coches y
autobuses. Tenemos que pagar por aparcar, pero lo dejamos en una esquina y
ponemos nuestro “parquímetro” particular. Esta iglesia es un hito de
peregrinación por que en 1738 la campesina Maria Lory vio lo que ella pensó
eran lágrimas, salir de la estatua de madera de Cristo flagelado. Este milagro
generó una avalancha de peregrinos que querían ve la estatua. En 1740 se
construyó una pequeña capilla para albergarla, pero pronto el edificio resultó
insuficientes para acomodar al número de creciente de peregrinos. El nuevo
edificio fue construido entre 1745 y 1754. Es un edificio aislado de forma
oval. El interior es de estilo rococó y fue realizado por los hermanos
Dominikus Zimmermann y Johann Baptist Zimmermann. En 1983 la iglesia fue proclamada Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO.
Entramos
en la iglesia, de entrada libre, no se pueden hacer fotos pero todo el mundo
las hace, al final nosotros caemos en la misma falta. Se conserva muy bien, con
pinturas y decorados exuberantes, un órgano muy bonito, pero no nos impresiona
tanto como para que sea Patrimonio. Investigaremos a la vuelta.
Finalizada
la visita con vela incluida de regalo, vamos hacia los castillos de Schwangau
próximos a Füssen, siguiendo las Carretera Romántica y de los Alpes, aquí
coinciden ambas. Llegamos al parking donde nos dicen que tenemos que pagar
4,50, así que decidimos dar la vuelta y a poca distancia, ya en el pueblo,
encontramos una plaza libre. Desde donde hemos aparcado a la entrada para la
compra de tickets al castillo tardamos 10 minutos. Hoy es un día emocionante,
por fin visitaremos ese castillo que hemos visto en documentales, puzles,
postales, fotos, calendarios, etc. Neuschwanstein.
Decir
que la primera visión del castillo desde la carretera no es tan espectacular
como la que conocemos de las fotografía o pósteres turísticos, que en realidad
son imágenes tomadas desde un helicóptero o desde una mon taña alejada, cuyo acceso es largo y difícil.
Castillo de Neuschwanstein |
Subimos
a comprar la entrada, 9 € cada una, y
nos dan turno a las 15.35, son las 2 así que vamos al coche a por agua y
subimos tranquilamente. El paseo es agradable, pues el camino está cubierto y a
la sombra gracias a los árboles que hacen del conjunto una estampa preciosa.
Tardamos unos 25 minutos en subir así que nos queda tiempo para hacer fotos por
fuera y por dentro del castillo hasta la entrada. Nos sentamos a la sombra a
esperar. Todo está lleno de gente esperando como nosotros.
Castillo de Neuschwanstein |
Llega
nuestro turno (491), cogemos las audioguías en castellano que nos explican la
visita según pasamos por cada estancia. En el interior visitamos las
habitaciones, dormitorio decorado con roble macizo, una pequeña gruta en el
pasillo, sala del trono, sala de la música,… todo muy impresionante, pero la
visita se hace corta. No dejan hacer fotos, y resulta dificil pues la guía que
viene detrás no nos quita ojo. Terminada la visita guiada, vamos a la sala
multimedia, a las cocinas y salida por la tienda a la calle. Relatado así suena
pobre y corto, es la misma sensación que tuvimos nosotros. Hay que pensar que
no te dan tiempo a nada porque seguido a ti, mientras te están explicando la
sala hay otro grupo esperando en la puerta para acceder al sitio donde estás
tú. De nuevo en 25 minutos estamos fuera, verlo así decepciona un poco.
Castillo de Neuschwanstein |
Castillo de Neuschwanstein |
Cogemos
el camino para ir al Marienbrücke, un puente desde el que se tiene una vista
general del castillo y los lagos detrás. Muy bonito y típico de todas las
fotos. Nos despedimos disfrutando de todo lo que hemos visto y lo que nos
rodea. Volvemos al coche que está a la sombrita, con el día que tenemos hoy, se
agradece.
Llegamos
a Füssen, damos una vuelta por el centro y buscamos alojamiento en el albergue
juvenil, el precio por habitación doble 39,60 €. Por supuesto preguntamos si
podemos tener acceso a una televisión para ver el partido, si no, habría que
pensar en cambiar de sitio. Ducha, cenita en la habitación y bajamos a ver el
partido España-Alemania, provisto de unas cervezas y un cafecito de máquina.
Fussen |
Entramos
en el comedor del albergue, pantalla de TV y todos preparados para ver el
partido. Los únicos que queremos que gane España somos nosotros. Hay unos
chavales mexicanos y uno de ellos lleva una bandera española. Como imaginábamos
y esperábamos España se proclama campeona de la Eurocopa. Con cara
de pocos amigos la gente abandona la sala. Nos quedamos hablando con un chico
japonés que chapurrea español, al poco se marcha y nos quedamos solos viendo la
entrega de medallas, copa y celebración de los españoles. Da envidia ver el
ambiente en España.
De
aquí a la camita, comienza a llover con fuerza.
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